Toda la historia está contada a través de los fascinantes números musicales que se suceden, uno tras otro, durante todo el espectáculo: canciones de Madonna, Tina Turner, Cher, Gloria Gaynor y muchos más ponen banda sonora a este increíble viaje en autobús.
¡Me pasé todo el espectáculo sonriendo y aplaudiendo! La puesta en escena es increíble, las coreografías geniales, el vestuario ¡impresionante! Pero sobre todo, hay que decir que este musical es muy vitalista, alegre y emocionante; la historia, aunque se desarrolla hace unas décadas, evidencia sobre el escenario una situación que aun está muy presente: la de la problemática de la identidad sexual y de género y de la orientación sexual. Muchísimas personas siguen sufriendo por ser juzgadas y apartadas por no ceñirse a la normalidad, por no sentirse como supuestamente deberían sentirse y por actuar de una manera distinta a la de los demás. Los personajes de la obra luchan contra las normas y contra la sociedad para poder ser ellos mismos en todo su esplendor y, sobre todo, luchan contra ellos mismos: contra sus miedos, contra sus limitaciones, contra sus propios prejuicios…
Durante toda la obra sientes ganas de bailar, sonreír, cantar, amar y ¡comerte el mundo! Para mi eso es, de lejos lo mejor del musical; por encima de las coreografías, la puesta en escena y el galardonado vestuario, lo mejor es esa sensación.
¿Lo peor del musical? En algunos momentos, el desarrollo de la historia es un poco irregular. Pero bueno, nada preocupante. Por otro lado, el día que yo fui era jueves y el teatro no estaba lleno, cosa que se nota cuando asistes a un espectáculo de este tipo, pues el ambiente que crea un patio de butacas abarrotado y entusiasmado es una parte fundamental en un espectáculo como este.
Podéis comprar las entradas en este enlace. Las tenéis desde los 20 a los 70 euros, así que podéis elegir. Si os lo podéis permitir, escoged unas buenas entradas, pues un espectáculo como este se disfruta más de cerca, apreciando todos los detalles.
No me enrollo más ¡espero que lo disfrutéis tanto como yo!