por Ana Lombardía | Feb 6, 2017 | Blog, Sexualidad, Sexualidad en pareja
Hay muchas personas con dificultades para llegar al orgasmo en pareja. Muchas de estas personas lo consiguen con facilidad masturbándose a solas pero, cuando están en la cama con sus parejas, no lo consiguen. Aunque es frecuente escuchar esto en boca de mujeres también hay muchos hombres a los que les sucede. Tanto ellos como ellas llegan a la consulta extrañados, angustiados y buscando respuestas.
Motivos por los que no consigo llegar al orgasmo en pareja
Para llegar al orgasmo tiene que haber, por un lado, un gran acúmulo de excitación sexual y, por otro, un mecanismo que nos permita desinhibirnos y dejarnos llevar para liberar toda esa excitación. A veces sucede que alcanzamos mucha excitación pero no somos capaces de soltarnos y, otras veces, ni siquiera conseguimos alcanzar toda esa excitación.
- Para llegar al orgasmo en pareja es fundamental estar relajados. La relajación es fundamental para conseguir excitarnos. Sin relajación no hay excitación. Si estamos relajados podremos centrarnos en las sensaciones placenteras, disfrutarlas y sentirlas plenamente
- Si estoy centrada en el placer de mi pareja, no disfrutaré de mi placer y, por tanto, no llegaré al orgasmo. Si estoy más preocupada de hacer que mi pareja se lo pase bien que de disfrutar yo no alcanzaré la excitación suficiente para llegar al orgasmo
- Si no tengo confianza con mi amante, difícilmente podré llegar al orgasmo. Si no siento la suficiente confianza, complicidad y afinidad con mi compañero de cama no estaré relajada, no me excitaré y no me sentiré libre para llegar al orgasmo
- Durante un orgasmo estamos en una situación de absoluta vulnerabilidad, intimidad y desconexión. Ser capaces de tener un orgasmo delante de otra persona requiere mucha confianza tanto en uno mismo como en la pareja
- La estimulación que nos produzca nuestra pareja para excitarnos debe ser de nuestro agrado. Si no nos tocan, acarician o lamen produciendo sensaciones excitantes, difícilmente llegaremos al orgasmo
Qué puedo hacer para llegar al orgasmo en pareja
Para empezar, es importante tener en cuenta las cosas que os he comentado en el apartado anterior. La relajación, la confianza con la pareja, la seguridad en uno mismo y centrarse en el placer son elementos fundamentales para disfrutar del sexo y, por tanto, llegar al orgasmo.
No busques sentir lo mismo que sientes a solas. Cuando te masturbas a solas tendrás unas sensaciones que se parecerán poco o nada a lo que sentirás cuando te lo haga tu pareja. Te sucede a ti y a todo el mundo. La situación es distinta, las caricias son distintas, las manos son distintas… Los orgasmos que tengas cuando te masturbas con la mano no son iguales a los que tienes cuando usas un juguete. Igualmente, no sentirás lo mismo cuando te masturbe tu pareja con la mano, o con un juguete, o cuando te lo haga con la boca
- Déjate llevar por las sensaciones placenteras que te provoque tu pareja. No trates de sentir lo mismo que sientes a solas. Disfruta de esas caricias en concreto y de la excitación particular que te producen. Siéntelas y vívelas, centrando tu mente y tu cuerpo en las sensaciones de placer que te producen. La excitación que sientes en pareja es distinta y produce sensaciones distintas, y eso está bien
- No intentes llegar al orgasmo. No hay nada más contraproducente para llegar al orgasmo que intentarlo. Cuando intentas llegar al orgasmo estás pensando y actuando, en vez de sintiendo. Sentir es la única manera de excitarse. El orgasmo es un reflejo que se desencadena por un gran acúmulo de excitación. No puedes hacer nada para llegar al orgasmo, salvo excitarte. Pensamientos del tipo venga, córrete, ya lo tienes, estás apunto de llegar, un poco más rápido, te distraen del placer. Disfruta el momento y el orgasmo llegará sin que lo puedas evitar
- Suéltate. Hay que desinhibirse para llegar al orgasmo, soltarse, dejarse llevar. Durante un orgasmo nada importa salvo el placer, todo lo demás es secundario. Para llegar al orgasmo en pareja hay que soltarse de tal manera que no te importe lo que piense el otro.
Llegar al orgasmo en pareja requiere confianza, intimidad y seguridad, claro que sí. Puede dar un poco de cosa desinhibirse tanto delante de otra persona, pues nos exponemos de una forma que nos hace sentir vulnerables. Eso puede dar un poco de miedo. Pero cuando lo consigas lo único que pasará es que tu pareja se derretirá de placer y satisfacción.
Si finges habitualmente los orgasmos, lee este artículo en el que te doy algunas pautas para dejar de hacerlo.
En la consulta seguimos un proceso para aprender a coger confianza, a desinhibirnos y a centrarnos en el placer para conseguir llegar al orgasmo en pareja con facilidad. Si te interesa, no dudes en contactarme.
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Ana Lombardía.
por Ana Lombardía | Ene 30, 2017 | Blog, Pareja, Sexualidad, Sexualidad en pareja
Cada vez vienen a mi consulta más personas interesadas en las relaciones abiertas de pareja. Este tipo de relaciones suponen un gran cambio a la hora de vivir los vínculos emocionales y la sexualidad de las personas que se involucran en ellas. Adaptarse a estos cambios y escoger un modelo de relación adecuado a nosotros es toda una aventura y una responsabilidad. Vamos a dar algunas claves para facilitar esta transición y aumentar las posibilidades de que funcione.
Tipos de relaciones abiertas de pareja
Hay un montó de tipos de relaciones. Si cada pareja monógama es un mundo, cuando hablamos de relaciones abiertas de pareja las posibilidades se multiplican. Lo suyo es que cada persona encuentre y cree su propio modelo de relación, adecuado a sus necesidades y posibilidades afectivas y sexuales. Os doy algunas ideas que os sirvan de guía a la hora de decidiros.
- Monogamia: exclusividad emocional y sexual estable y con intención de perdurar en el tiempo. No entran terceras personas en ningún momento
- Monogamia temporal serial: igual que la anterior, pero durante un breve periodo de tiempo o durante un periodo de tiempo limitado previamente, sin intención de prolongarlo toda la vida. Cuando acaba una relación de este tipo, da paso a otra relación similar
- Falsa monogamia: relación supuestamente monógama en la que uno o los dos miembros de la pareja incumplen la norma de exclusividad sexual y/o afectiva
- Relación de pareja abierta: relación estable, central y prioritaria con una persona como pareja. Además, se permite la relación con terceras personas de forma explícita y de forma más o menos ocasional
- Relación de pareja principal con relaciones estables satélites: la persona tiene una relación de pareja principal y prioritaria, mientras que mantiene relaciones estables secundarias con terceras personas
- Relaciones paralelas y equiparables: la persona tiene varias relaciones de pareja que son igual de prioritarias, ninguna es más importante que la otra
¿Estoy hecho/a para tener una relación abierta?
Para tener una relación abierta es importante que comprendas y te gusten las ventajas que estas aportan. Es importante que entiendas, interiorices y asumas como propio este modelo de relación. Debes tener claro, a nivel racional, que esto es una buena opción.
Una autoestima alta, seguridad y confianza en una/o mismo son fundamentales para cualquier relación de pareja… y más si es del tipo no excluyente. Seguir sintiéndote bien contigo mismo y no dudar de tu valía cuando tu pareja se relaciona sexual y/o afectivamente con otras personas no es tan fácil, pues nos han educado para sentir dolor e inseguridad cuando eso sucede.
Tus emociones deben ser concordantes con las creencias. En muchas ocasiones, las creencias están bien cimentadas pero las emociones son las propias de una relación monógama. Es decir, sabemos de sobra que una relación abierta está llena de ventajas frente a una exclusiva, pero nuestros sentimientos y emociones nos hacen sentirnos mal al respecto y no nos dejan disfrutar de la relación. Celos, tristeza, ansiedad e inseguridad son emociones muy comunes en estos casos.
En estos casos se puede trabajar la autoestima y las emociones para evitar el malestar asociado a las relaciones abiertas de pareja. Aun así, es importante ser honesto con uno mismo y conocer nuestras limitaciones al respecto, pues hacer esto puede ser un proceso duro y doloroso. ¿Hasta qué punto me merece la pena trabajar con las emociones para tener una relación no excluyente? Hay que trabajar con ello sin forzar la máquina, disfrutando y minimizando el malestar, sin que el coste emocional sea excesivo. Sino, habrá que replantearse volver a las relaciones monógamas y aceptar que, por muy bonito que pueda ser, no está hecho para nosotros.
Algunas de las reglas más populares en las relaciones abiertas
Las reglas de las relaciones monógamas, aunque cada pareja sea distinta, están bastante claras y sólo en algunos casos es necesario explicitar algunas cuestiones que se salen de la norma. Por el contrario, en las relaciones abiertas es necesario explicitar casi todo, pues no hay una norma social que nos diga cómo hacerlo, pues la sociedad no recoge esta forma de vivir las relaciones. Cada persona debe escoger sus propias normas y negociarlas con las personas con las que vaya a relacionarse. Os dejo algunas ideas que os pueden servir de guía.
No ver a la tercera persona más de 1-2-3 veces
- No escoger a la tercera persona dentro del círculo social común
- Relacionarse con terceras personas únicamente cuando uno de los dos miembros de la pareja está de viaje
- Relacionarse con terceras personas únicamente cuando no hay posibilidad de que la pareja esté junta (uno de los dos está trabajando, con su familia de origen, en una cena con amigos…)
- Las relaciones sexuales fuera de la pareja se harán con preservativo
- Solo habrá terceras personas si ambos miembros de la pareja la tienen a la vez
- La tercera persona nunca debe entrar en el hogar de la pareja
- No se puede ir con la tercera persona al cine o a cenar
- Las terceras personas y parejas secundarias tienen que ser del agrado de la pareja principal
Algunas consideraciones más a la hora de tomar la decisión de abrir una relación
Es importante que tomemos la decisión libremente, sin presión. Hay que evitar el abrir una relación sólo porque nuestra pareja nos lo pide, para complacerla o para evitar que nos deje. Si lo hacemos, lo único que conseguiremos será sufrimiento, dolor y que, finalmente, la relación se rompa.
Una relación abierta no es mejor que una monógama. Cada una tiene sus ventajas y sus desventajas. Cuando tomamos una decisión en favor de otra ganamos y perdemos cosas. No podemos tenerlo todo. El hecho de tener una relación abierta no significa, ni mucho menos, que vayamos a tenerlo todo.
Toda persona debe crear su propio modelo de relación, ya sea esta abierta o no. Reglas, normas y acuerdos deben ser negociados y consensuados por todos los miembros de la relación, de manera que nos sintamos satisfechos, seguros y complacidos por la misma.
Suele ser bueno contar con ayuda profesional para llevar a cabo este proceso, para minimizar el dolor y aumentar las posibilidades de llegar a buen término. Una persona que guíe y controle la evolución de las relaciones abiertas de pareja puede además ayudar a gestionar las emociones negativas como los celos, la inseguridad o la tristeza que puedan aparecer.
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Ana Lombardía.
por Ana Lombardía | Ene 29, 2017 | Blog, Sexualidad femenina
Quería compartir con vosotros este mensaje que me llegó hace un par de días. Es de una chica que, tras escuchar los consejos que dimos Sergio Fosela y yo en la radio para alcanzar el orgasmo vaginal ¡lo ha conseguido! Sus palabras de agradecimiento son preciosas, ¡muchas gracias! Espero que su testimonio os sirva para ver que sí se puede tener orgasmos vaginales y que os anime a intentarlo.
Buenas tardes Ana.
Te sigo desde hace poco porque me encanta la claridad y la utilidad de todo aquello que publicas, mi más sincera enhorabuena por acercar a la gente a su sexualidad.
Te hablo para darte las gracias. Tengo una vida sexual muy activa, conmigo misma y con los demás. Disfruto muchísimo de ella, sin embargo nunca había sido capaz de tener un orgasmo vaginal, ni masturbándome ni manteniendo relaciones sexuales, solo había alcanzado el orgasmo a través de estimulación del clítoris, y experiencias geniales de squirt pero que nunca he identificado ni sentido como un orgasmo propiamente dicho.
El otro día escuché el programa de Cadena Ser porque estaba súper interesada en intentar alcanzar el orgasmo vaginal, yo siempre he sabido que era una incapacidad psicológica, de no dejarme llevar y atender únicamente a la excitación que sentía.
Tras oírlo decidí estar unos días sin masturbarme e intentar hacerlo únicamente mediante estimulación vaginal y siguiendo los consejos que diste….y llegoooooó!!!! He conseguido tener un orgasmo vaginal. Guuuuauuuuu fue increíble, como si una puerta nueva de mi sexualidad y mi cuerpo hubiera sido desbloqueada jajajaja y al menos ya me siento capaz de llegar de esa forma y sé que ya es estimular el reflejo y seguir avanzando!!
Mil gracias Ana!!
¡¡No habría sido posible sin tu ayuda!!

Recordad que, si os cuesta, podemos trabajarlo en la consulta. Además, de vez en cuando impartimos un taller para aprender a tener orgasmos vaginales. Consultad la próxima fecha que tenemos programada.
por Ana Lombardía | Ene 23, 2017 | Blog, Sexualidad, Sexualidad en pareja
A menudo acudís a mi consulta porque no estáis contentos con vuestras parejas en la cama: “mi novio no sabe masturbarme”, “mi novia no se mueve bien”, “me gusta mucho pero en el sexo es horrible”, “mi pareja es mala en la cama…” Son frases que escucho con bastante frecuencia. Dos personas que se quieren, se gustan, sienten mucha atracción sexual la una por la otra pero, cuando se ponen al tema… no funciona.
Qué es una persona mala en la cama
Lo que define y caracteriza a una persona como mala en la cama puede ser muy amplio. Vamos a tratar de enumerar algunas de características que son fruto de queja frecuente.
- Mi pareja no sabe masturbarme. Lo hace con demasiada fuerza, o con muy poca presión, o no acaricia la parte exacta que quiero, o al ritmo que me gusta, me hace daño….
- Mi pareja no me hace bien el sexo oral. No lo hace con ganas, no chupa donde tiene que chupar, no usa bien la lengua, sólo se centra en el clítoris…
- Va directa a la penetración. En cuanto se le pone dura va a metérmela, no se preocupa de que yo esté excitada, sólo le gusta hacer eso…
- No dedica tiempo a estimularme. Me toca un poco y ya está, no me hace sexo oral, apenas me toca el pecho…
- Se mueve mal en la penetración. No tiene un ritmo constante, me aplasta cuando se pone sobre mí, los movimientos no me estimulan…
- Dura poco. Se corre enseguida, en cuanto me la mete eyacula, el sexo se acaba en cuanto se corre…
- Sólo piensa en su placer. Se centra sólo en su excitación y en conseguir su orgasmo, si yo no llego le da igual, se duerme en cuanto se corre…
- Sólo piensa en mi placer. Se agobia con hacerme sentir excitada, apenas deje que yo le estimule, dura muchísimo rato y se aguanta el correrse aunque le digo que no es necesario, dedica muchísimo más tiempo a mi placer que al suyo, no me deja disfrutar viéndole excitado…
- En general es muy torpe: me aprieta al acariciarme, me toca muy suave, su ritmo al moverse es descompasado, me aplasta, pasa de una práctica a otra de manera brusca, cambia todo el rato de postura…
Por qué mi pareja es mala en la cama
Los motivos por los que alguien es malo en la cama son muy variados. Cuando una persona dice mi pareja es mala en la cama debe tener en cuenta que es probable que a su acompañante le suceda alguna de estas cosas.
Ha tenido poca experiencia. Hay personas que, simplemente, tienen poca experiencia en el terreno sexual. Han tenido pocas ocasiones de practicar o lo han hecho con pocas personas
- Se siente inseguro/a. Si una persona se siente insegura con su pareja, se avergüenza de su inexperiencia, cree que lo hace mal… se bloqueará en el sexo
- Intenta hacerlo bien a toda costa. Cuando se intenta complacer a toda costa a la pareja y te centras en hacerlo bien no disfrutas de lo que haces, estás pensando y no sintiendo y, por tanto, no conectas con la otra persona
- Es egoísta. Hay gente que va a lo suyo y no se preocupa del placer del otro, tan sencillo como eso
- El sexo es algo que le incomoda o avergüenza. Si te sientes incómodo/a en la cama difícilmente tendrás la soltura para dejarte llevar, disfrutar y conectar con tu pareja
Qué puedo hacer si mi pareja es mala en la cama
Si no te gusta lo que te hace tu pareja en la cama es importante que no finjas. Si le haces creer que te gusta lo que hace no se va a dar cuenta nunca y, por tanto, no lo va a cambiar. No finjas orgasmos y gimas exageradamente ante una caricia que te deja indiferente. Le haces un flaco favor a tu pareja y a ti mismo/a.
Es mejor que hables con tu pareja y le expliques la situación. Te recomiendo que, inicialmente, no lo hables en la cama. Es mejor que lo hagas en una situación neutra, fuera del sexo, distendida e íntima. Puede ser un buen momento mientras estáis comiendo en casa o charlando dando un paseo. De este modo no se estropeará el momento del sexo y podréis hablar de ello tranquilamente, sin interrumpir lo que estáis haciendo. Además, os entenderéis mejor y tu pareja no recibirá tan negativamente el mensaje.
Es fundamental que intentes cambiar la situación utilizando mensajes positivos. Es decir, en vez de soltarle eres pésimo/a en la cama, no me gusta nada como me tocas, siempre me quedo a medias o frases similares, trata de centrarte en lo positivo. Por ejemplo, hazle peticiones del tipo me gustaría que le dedicases más tiempo a masturbarme pues me encanta cuando lo haces, me pone muy cachonda cuando me chupas el clítoris como lo hiciste el otro día, me encanta cuando me la chupas, disfruto mucho viéndote gemir, sería estupendo que probásemos a follar más despacio… De este modo, en vez de criticar, propones cambios de manera constructiva y positiva.
¿Y cómo me comporto una vez que estemos en la cama?
Una vez que estéis en la cama haciendo lo que le has sugerido, procura reforzar y premiar las cosas que tu pareja haga bien con mensajes del tipo me encanta eso que me estás haciendo o con gemidos o gestos que le hagan entender que eso te excita mucho. De este modo se dará cuenta de qué es lo que te gusta y cómo y le gustará saber que es capaz de hacerte disfrutar.
Cuando no lo haga como tú quieres procura corregirla en el momento siempre que sea posible. Coge su mano y llévala a donde tú quieres, recoloca tus genitales en su boca, explícale que quieres esa caricia más suave… De este modo no contribuirás a que crea que te gusta lo que hace y fomentarás que aprenda lo que tú quieres. Tampoco te pases y estés dando instrucciones todo el rato. Céntrate en cosas concretas que puedas comunicar fácilmente.
¿Qué más cosas puedo hacer?
Ten paciencia, irás notando la mejoría poco a poco. Cada persona es un mundo y a cada uno nos gustan cosas distintas, y hay que aprenderlas. Lo más importante es que tu pareja se muestre receptiva a tus comentarios y tenga ganas de que disfrutes.
Si tu pareja no es buena en la cama por un problema de actitud -se siente insegura, el sexo es algo que le incomoda, siente mucha presión por hacerlo bien…- puedes ayudarla transmitiéndole una actitud relajada en cuanto al sexo ¡tú eres su mejor modelo! Es posible que le venga bien acudir a la consulta de un profesional que le ayude a modificar ciertas creencias y le de algunas pautas para mejorar estos aspectos.
Las charlas y cursos que impartimos pueden serle también de gran ayuda para aprender técnicas concretas para dar placer y para adoptar una actitud relajada y saludable sobre el sexo. Puedes regalarle un curso o, mejor aun, acudir juntos para aprender aun más y compartir la experiencia. Sigue todas estas pautas y no podrás decir más eso de mi pareja es mala en la cama.
Ana Lombardía.
por Ana Lombardía | Dic 5, 2016 | Blog, Sexualidad masculina
Con bastante frecuencia recibo en mi consulta a algún chico que cree ser eyaculador precoz. Suelen venir con bastante angustia, preocupados por no durar lo que creen que deben durar. Los que nos dedicamos al campo de la sexología tenemos claro que la gran mayoría de las veces estos chicos no son eyaculadores precoces. Vamos a comentar algunas cosas fundamentales sobre la eyaculación precoz para entenderla mejor y ser capaces de distinguir cuándo existe un problema y cuándo no.
Qué es lo que la gente dice que es ser eyaculador precoz
Cuando un chico se queja de que es eyaculador precoz suele referirse a que tarda poco en llegar al orgasmo con la penetración vaginal. La queja está referida en exclusiva a esta práctica sexual. Nunca se quejan de
- Tardar poco en llegar al orgasmo cuando se masturban
- Tardar poco en llegar al orgasmo cuando sus parejas les masturban
- Tardar poco cuando les hacen sexo oral
- Tardar poco cuando practican sexo anal
Esto es porque existe una gran presión para que los hombres satisfagan a sus parejas con su pene, mediante la penetración vaginal. Las mujeres tienen que llegar al orgasmo cuando ellos les penetran. Sólo de este modo ellas se quedaran realmente satisfechas y ellos serán buenos amantes. No es así.
Además, tampoco se cuenta bien el tiempo. Se empieza a contar desde que se inicia la penetración vaginal… pero no desde que empieza el encuentro sexual. No se cuenta todo el tiempo de besos, caricias, masturbación o sexo oral previo a la penetración vaginal. Aunque lleves una hora de juegos sexuales, si cuando la metes tardas poco, ya eres eyaculador precoz. Eso tampoco es así.
Por qué se equivoca la gente
Para empezar, muchas mujeres prefieren que se las estimule con la boca o con las manos para llegar al orgasmo. Les resulta más fácil así. Pueden disfrutar de la penetración, pero el orgasmo lo buscan de otra manera. El hecho de que un hombre dure más no va a cambiar el hecho de que no lleguen al orgasmo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que si se deja la penetración para el final, la excitación será ya muy alta y, por tanto, el orgasmo llegará antes. Si te has pasado un ratazo con juegos sexuales no puedes esperar mantenerte inmune mucho más tiempo. Tenemos muy mal asociada la penetración al final del encuentro sexual. Si deseamos acabar el juego sexual con un orgasmo podemos hacerlo con cualquier otra práctica (de hecho, ni siquiera tenemos por qué acabar en orgasmo obligatoriamente). Será igualmente placentero y satisfactorio.
Qué es realmente un eyaculador precoz
Decir que un hombre es eyaculador precoz, para empezar, es meterle en una categoría un tanto bruta, pues eso no es algo que defina a una persona. Para que hablemos de eyaculación precoz se tienen que dar una serie de circunstancias:
- El hombre no siente control sobre su orgasmo. La eyaculación precoz tiene más que ver con una falta de sensación de control que con el tiempo que se tarda en eyacular. Sienten que no pueden hacer nada tardar más, no tienen herramientas para alargar su placer
- No suelen ver venir el orgasmo. Un eyaculador precoz se encuentra de manera súbita con que está teniendo un orgasmo. No tiene lo que llamamos la sensación preorgásmica. Por tanto, no puede hacer nada para evitarlo
Cómo se trata la eyaculación precoz
En la consulta trabajamos para que los hombres aumenten su sensación de control sobre la eyaculación durante la penetración. El proceso es bastante sencillo y suele solucionarse con bastante facilidad. Os comento algunos de los pasos que seguimos para ello:
- Lo primero es aliviar, desculpabilizar y quitar presiones. Suelen venir con bastante angustia a la consulta, y es muchas veces la propia angustia la que hace que pierdan el control (cuando se intenta controlar algo, lo más frecuente es que se fomente el descontrol que, precisamente, se quiere evitar)
- Lo siguiente es cambiar las ideas erróneas que tenga el hombre sobre la sexualidad. El tener que satisfacer a la mujer con el pene, la idea de que tiene que quedar bien o la de que si tarda poco es menos hombre son algunas de ellas
- Después, si no hay sensación preorgásmica, se entrenará su reconocimiento mediante la masturbación, el sexo oral y la penetración
- A continuación, se aplicarán distintas técnicas muy sencillas: no dejar la penetración siempre para el final, focalizar la atención en el presente, desaceleración de la fantasía erótica, jerarquización de las posturas que más excitan y las que no…
- Por último, si fuese necesario, se aprenden técnicas físicas para controlar la eyaculación en las que se aprieta el pene o se interrumpe la estimulación unos instantes para disminuir y controlar la excitación. Las más frecuentes son las técnicas de parada y arranque y las del apretón
Si quieres aumentar tu control sobre tus orgasmos no dudes en contactarme y lo solucionamos en la consulta. ¡Estaré encantada de ayudarte!
Ana Lombardía.
Imágenes de www.flickr.com/
por Ana Lombardía | Nov 21, 2016 | Blog, Salud, Sexualidad, Sexualidad femenina
Cuando la penetración causa dolor puede suponer un gran problema a la hora de disfrutar de la sexualidad con normalidad. El vaginismo es cuando la penetración vaginal supone tanto dolor a la mujer que resulta imposible realizarla. Muchas mujeres acuden a la consulta de sexología cuando no son capaces de superar esta dificultad por sí solas.
Algunas causas del vaginismo
El vaginismo está causado porque, cuando el pene se acerca a la entrada de la vagina, ésta se contrae con fuerza, impidiendo que el pene entre. El pene, al hacer fuerza para entrar, produce un dolor muy desagradable. Como duele, la vagina se contrae aún más, por lo que se hace imposible que el pene acceda. Los motivos por los que la vagina se contrae son diversos. Vamos a comentar algunos de ellos:
Miedo al embarazo. El miedo a sufrir un embarazo no deseado puede hacer que la mujer contraiga la vagina cuando el pene se acerca a ella
- El miedo al dolor. Si crees que la penetración va a doler… ¡te dolerá! Si te da miedo, tu cuerpo se tensará, y tu vagina también. El pene, al intentar entrar, no podrá, y eso causará el dolor
- Experiencias pasadas dolorosas. Si en el pasado has tenido una experiencia dolorosa con la penetración vaginal es posible que te de miedo que ese dolor se vuelva a repetir y, por tanto, tenses la vagina
- Creer que tu vagina es muy pequeña. Si crees que tu vagina es demasiado pequeña para que entre un pene, te dará miedo y, por tanto, tensarás y te dolerá. La vagina es muy elástica y, si estás excitada, podrá acoger el pene sin dolor alguno
- Falta de deseo y/o excitación. Si no te apetece el sexo o no estás lo suficientemente excitada, tu cuerpo no estará relajado y tu vagina no estará lubricada. Por tanto, el pene no podrá entrar y te dolerá
- Problemas de pareja. Si estás enfadada con tu pareja, no confías en ella o no tenéis una buena relación por el motivo que sea, no estarás relajada, no disfrutarás del sexo y, por tanto, te dolerá
- Miedo a las infecciones de transmisión sexual. Si temes contraer una infección al tener relaciones sexuales con penetración, estarás tensa y te dolerá. El uso del preservativo es muy eficaz contra las infecciones
- Creer que tus genitales o el sexo es algo sucio. Si crees que tus genitales o la sexualidad en general es algo sucio, impuro o desagradable no te permitirá disfrutar y vivir el sexo con naturalidad. En ese caso, no estarás relajada y te dolerá
Cómo solucionar el vaginismo
Para solucionar esta dificultad hay que eliminar la tensión que se produce al contraer la vagina, para hacer que el pene entre con facilidad. Para ello, en la consulta seguimos una serie de pasos muy sencillos para que la mujer pueda tener penetración vaginal con facilidad y disfrutar de ella
- Lo primero es descartar una causa física. No es la causa más frecuente, pero es fundamental descartar algún problema físico que pueda estar causando ese dolor mediante una exploración ginecológica
- Después, averiguaremos qué causa el vaginismo. Charlando con la mujer iremos descubriendo cuál es el miedo, creencia o situación que causa la tensión en la vagina cuando se acerca el pene
- A continuación, eliminaremos ese miedo, creencia o situación. Lo haremos cambiando los pensamientos erróneos que puedan estar causando miedo, mejorando la relación de pareja, reeducando la sexualidad de la mujer o del amante…
¿Y si aun no puedo tener penetración?
Es posible que, una vez que hayamos eliminado la causa fundamental que provoca que la mujer tense la vagina (el miedo, creencia o situación que lo genera) aun no pueda tener penetración. Esto es debido a que ha aprendido a tensar la vagina, de manera refleja, cada vez que el pene se acerca. Si esto sucede, comenzaremos a usar los dilatadores.
- Los dilatadores son algo así como unos cilindros de silicona, de forma similar a un pene. Existen en diferentes tamaños. Los usaremos para irnos acostumbrando, progresivamente, a recibir dilatadores de mayor tamaño cada vez
- Antes de empezar a usarlos, nos entrenaremos en técnicas de relajación de respiración. Esto nos ayudará a estar lo más relajadas posibles a la hora de utilizarlos
- Empezaremos con un dilatador de tamaño pequeño. La mujer, en su casa, después de haberse relajado, lo introducirá despacio en su vagina. Usará lubricante para facilitar la tarea
- Una vez pueda introducir ese dilatador pequeño en su vagina con facilidad, cogerá uno de un tamaño mayor… hasta alcanzar el tamaño del pene de su pareja
- Este proceso suele durar varios días o varias semanas. El entrenamiento con los dilatadores es progresivo -de menor a mayor tamaño
Una vez podemos introducir el dilatador que se corresponde al tamaño del pene de nuestra pareja, empezamos a practicar en la realidad con el pene del chico. Lo haremos también de manera progresiva, poco a poco, llevando el control y cediéndolo progresivamente a nuestra pareja. Durante todo el proceso iremos despacio para que sea fácil, natural e indoloro.
En la consulta ayudo a muchas mujeres a seguir este proceso, guiándolas, acompañándolas y corrigiendo los posibles fallos que cometen. Al finalizar, estas mujeres pueden tener penetración vaginal con sus parejas con facilidad y aprenden a disfrutar de ella. Si quieres, puedes contactarme para acudir a la consulta o venir a una charla para saber más del tema.
Ana Lombardía.