Claves para una buena comunicación en pareja

Claves para una buena comunicación en pareja

Con esta pequeña guía se pretende que puedas comunicarte de una forma más funcional con tu pareja, es decir, de una forma que facilite una mayor comprensión y entendimiento mutuo, y que facilite la resolución conjunta de problemas o conflictos que puedan representarse en vuestra relación. Para ello, habéis de tener en cuenta y seguir los pasos que a continuación se te proponen para conseguir una buena comunicación en pareja:

Situación

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  • Ambos debéis estar calmados. Si no es posible, no habléis justo en el momento en el que surge el conflicto, sino un rato o un día más tarde de que suceda el detonante
  • Hablad en un lugar tranquilo, neutral y en el que no os molesten
  • Sentaos para hablar. Colocaos sentados y a la misma altura, para que ninguno esté físicamente en una posición de poder o superioridad respecto al otro (por ejemplo, de pie o en una silla más alta)
  • Usad el tiempo fuera. El tiempo fuera consiste en dejar de hablar durante un rato para calmar los ánimos. Si uno de los dos detecta que la conversación está subiendo de tono o alguno está incumpliendo las normas de la comunicación, invocará el tiempo fuera hasta que los nervios se relajen y se posible volver a hablar con eficacia
  • Regla de los 8 minutos. No es recomendable hablar de un mismo tema más de 8 minutos. En ese tiempo debe haber dado tiempo a resolver una cuestión. Si pasado ese tiempo seguimos dándole vueltas a lo mismo, es mejor parar y volver a hablar de ello en otro momento, con una nueva perspectiva, nuevas ideas y nuevas emociones

Guía para el que habla

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  • Cuando hables con tu pareja hazlo de forma directa y mirándole a los ojos
  • Hazte responsable de lo que sientes o experimentas. Debes tener en cuenta que eres tú quien se siente de un modo u otro cuando tu pareja hace algo, y no que es tu pareja quien te hace sentir de ese modo. Para ello, comienza hablando con los pronombres yo o me y comenta cómo te sientes. Por ejemplo: Me siento muy mal cuando llegas tarde a casa. Me siento muy feliz cuando me abrazas.
  • No acuses, culpabilices o intentes ridiculizar a tu pareja. Eso solo conduce a reacciones defensivas o de contraataque
  • No hagas interpretaciones acerca de las motivaciones de la conducta de tu pareja. Por ejemplo, no se debe decir: Sé que eso lo dices únicamente para dejarme más tranquilo/a
  • Si deseas asegurarte de que tu pareja entiende exactamente lo que dices procura ser breve y deja que te diga lo que ha entendido; para ello, pregunta ¿qué has entendido? y no ¿lo has entendido? A continuación debes decirle si realmente entendió lo que le dijiste o no
  • Palabras prohibidas: siempre, nunca. Frases que incluyen estas palabras, como tú siempre te olvidas de hacer la compra o tú nunca me haces caso son devastadoras, pues implican términos absolutos no realistas y no dejan margen a que se corrija nunca conducta. Además, no refuerzan las conductas positivas que queremos fomentar –las veces que sí hace la compra o las que me hace caso. Es mejor decir olvidas con frecuencia hacer la compra o muchas veces siento que no me haces caso.
  • Hablar del pasado: hablar del pasado no soluciona nada; cuando hablemos del pasado debe ser sólo para que no se repita. Es mejor hablar del futuro y de cómo queremos que sean las cosas a partir de ahora. Además, no hablar del pasado hace que evitemos entrar en justificaciones: yo es que te llamé gilipollas porque tú…, no hice la cena porque… Eso no soluciona nada: la cena sigue sin estar hecha y nada que lo justifique lo arregla, porque es hacia atrás. Hay que trabajar en que mañana sí esté hecha la cena
  • Despersonalización: es una buena estrategia que ayuda un poco a diluir el enfado y tomarse las cosas con humor. Por ejemplo, puedes enfadarte con la ropa, que está tirada en el suelo, en vez de con quien la dejó tirada.
  • YO + EMOCIÓN + SITUACIÓN: es la regla estrella para informar de tu enfado o tu disgusto a la pareja. Por ejemplo, me siento muy triste cuando olvidas llamarme, me siento solo/a cuando no me acompañas al médico, me siento ignorado/a cuando no recoges la mesa.

Guía para el que escucha

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  • Escucha atentamente, ya que cuando tu pareja acabe de hablar debes decirle lo que has entendido
  • Mira a tu pareja mientras habla
  • No interrumpas en ningún momento
  • Cuando escuches intenta ponerte en el lugar de tu pareja e intenta comprender cómo se siente
  • Si no tienes claro lo que te dice tu pareja, pídele que vuelva a repetirlo
  • Cuanto tu pareja termine, repítele lo que has entendido, y espera a que te diga si ciertamente has comprendido o no lo que te ha dicho
  • Cuando tu pareja afirme que has comprendido lo dicho, es tu turno para replicar, siguiendo la guía del que habla

Es posible que os cueste aplicar estas pautas e introducirlas en vuestra vida cotidiana, incorporándolas a vuestro lenguaje habitual y automatizándolas. Si es así, poneos en contacto conmigo y lo vemos en consulta.

Ana Lombardía.

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