Hoy hablaremos del deseo en pareja más allá del enamoramiento. El enamoramiento es una etapa inicial de una relación impulsada por hormonas que nos hace sentir una intensa atracción y deseo sexual. Durante este período, todo parece perfecto, y las parejas suelen experimentar una pasión muy intensa. Sin embargo, con el tiempo, esta fase inicial del enamoramiento evoluciona hacia una forma más estable de amor.
La fase de enamoramiento es como un torrente de emociones y hormonas que nos hace sentir que estamos constantemente listos para el sexo. Cuando esta fase se desvanece, muchas parejas comienzan a preguntarse sobre el estado de su deseo sexual. La realidad es que el deseo sexual maduro es diferente del ardor del enamoramiento, y esto no es algo negativo. De hecho, entender esta transición es fundamental para mantener una relación sexual satisfactoria a largo plazo.
Para que surja el deseo sexual en una relación de pareja, es importante conocer y aceptar estas fases de la atracción. Comprender que el enamoramiento es una etapa intensa y temporal ayuda a poner en perspectiva la pasión inicial. Es normal que con el tiempo esa intensidad disminuya, y esto no significa que el deseo se haya desvanecido, sino que ha cambiado de forma. De hecho, a menudo da paso a un amor más profundo y significativo.
El deseo no nace por sí solo
Cuando el amor maduro se establece, el deseo sexual se convierte en algo que se debe cultivar y nutrir. Ya no es algo que simplemente sucede de forma espontánea.
El deseo no nace por sí solo, sino que también tenemos que estimularlo, tengo que hacer cosas para que aparezca: generar momentos de intimidad con mi pareja, crear espacios en los que estemos los dos solos, seducir a mi pareja, seguir cuidándome para estimular mi deseo, estar a gusto conmigo mismo/a, cuidar de la relación… Y todo eso conlleva una serie de hábitos que tengo que implementar en mi día a día, porque si espero a que el deseo aparezca de forma espontánea por sí solo, lo más seguro es que sea una experiencia frustrante, ya que, eso no va a suceder. Puede darse de vez en cuando, pero no es lo más habitual.
Entonces, ¿Cómo se mantiene el deseo en una relación a largo plazo? La respuesta es que debes trabajar en ello.
Algunas pautas clave
Comunicación abierta y sincera: Hablar abierta y sinceramente sobre tus deseos y necesidades sexuales con tu pareja es esencial. La comunicación abierta fortalece la intimidad y permite que ambos estén en la misma página.
Citas y momentos a solas: Aunque puede ser tentador relajarse en la comodidad de una relación a largo plazo, es importante seguir teniendo citas y momentos especiales a solas. Estos momentos crean la chispa y mantienen el romance vivo.
Seducción: La seducción no debería limitarse al período del enamoramiento. Continúa coqueteando y seduciendo a tu pareja. El juego previo es una parte esencial del deseo sexual.
Aceptación de la diferencia de deseo: Es fundamental comprender que las diferencias en el deseo sexual son normales. No todas las personas experimentan el deseo de la misma manera, y eso está bien. Aprender a aceptar y respetar las diferencias es crucial.
Trabajar en uno mismo: Finalmente, es esencial que cada individuo trabaje en su relación con el propio cuerpo y en su bienestar emocional. Conocerte a ti mismo y cuidarte física y emocionalmente puede aumentar tu deseo sexual y tu satisfacción en la relación.
El deseo sexual en una relación de pareja no es una consecuencia automática del enamoramiento. Requiere esfuerzo, comunicación y comprensión. A medida que una relación avanza, es fundamental apreciar la transición del enamoramiento al amor maduro y cómo esta evolución afecta al deseo sexual. Con las estrategias adecuadas, es posible mantener una vida sexual satisfactoria en una relación a largo plazo.
Recuerda que también tienes la opción de realizar una consulta por videoconferencia con nosotras para resolver las dudas que este tema te pueda surgir y que te ayudemos a abordar la situación si lo necesitas.
Muchas veces creemos que no podemos hacer gran cosa para aumentar el deseo sexual ¡pero no es así! Podemos tener más control sobre nuestro deseo sexual del que creemos. Hay personas que han aprendido de forma innata a estimular su erotismo y, por eso, tienen más ganas que los demás.
En este taller aprenderemos todo lo relacionado con el deseo sexual: qué es, cómo funciona y cómo podemos aumentarlo con pautas y trucos muy sencillos, muy efectivos y al alcance de todos.
Una de las causas de consulta más frecuentes en sexualidad es la falta de deseo. No tengo ganas de sexo, no me apetece acostarme con mi pareja, mi pareja tiene más ganas que yo son frases que escucho muy a menudo y que son motivo de grandes preocupaciones y angustias en muchas personas, tanto en hombres como en mujeres.
El deseo sexual no aparece por si solo
No me apetece. La falta de deseo sexual. Tendemos a creer que el deseo sexual es algo que aparece porque sí, que unas personas tienen más ganas que otras de forma innata y que no podemos hacer nada en contra de ello… pero no tiene por qué ser así necesariamente. Existe la idea errónea de que el sexo es una necesidad biológica primaria que debe ser satisfecha sí o sí; en realidad, las necesidades primarias son aquellas que, si no satisfacemos, nos provocan la muerte. Por ejemplo, comer, beber o dormir. Para satisfacerlas, el cuerpo nos manda la sensación de hambre, sed y sueño. Pero si no tenemos sexo ¡no nos morimos! podemos estar menos satisfechos, más infelices, más irritables… pero nada más. Por eso el cuerpo no nos manda el deseo así, sin más ni más.
El deseo sexual hay que alimentarlo, estimularlo y cuidarlo para que aparezca y se mantenga activo. Fantasear, cuidar nuestra imagen, conocer nuestro cuerpo, leer literatura erótica, estar a gusto con nuestra pareja, tener una buena noción sobre qué es la sexualidad… son algunas de las cosas que mantienen despierto el deseo sexual.
Algunas causas de la falta de deseo
Ideas erróneas sobre la sexualidad: algunas personas que no han tenido una buena educación sexual, que han crecido rodeadas de prejuicios y mitos en torno al sexo, que se las ha reprimido o castigado a nivel sexual y/o que no han tenido libertad para desarrollarse sexualmente pueden generar, en la vida adulta, falta de deseo
Desconocimiento del propio cuerpo: conocer nuestro cuerpo, cómo funciona, qué nos excita y qué nos da placer es fundamental para sentir deseo sexual. Leer sobre sexualidad, mirar nuestro cuerpo y nuestros genitales en el espejo, acariciarnos y masturbarnos nos da las claves de nuestra propia sexualidad y aumenta el deseo
Ausencia de un ambiente erótico: vivir en un entorno descuidado, desaliñado y poco atractivo puede, sin duda, matar nuestro deseo sexual. Cuidar el aspecto, orden y limpieza de nuestra casa, poner velas y ropa de cama limpia y bonita embellecen el entorno, lo hacen más atractivo y fomenta la líbido
Falta de autoestima: si no estamos a gusto con nosotros mismos, con nuestra persona, con nuestro cuerpo, con nuestra apariencia, con nuestro trabajo, con nuestros amigos… todo eso se refleja en nuestro deseo sexual y hace que no nos apetezca tener relaciones sexuales. Es fundamental trabajar en nosotros mismos y mantener alta nuestra autoestima creciendo como personas y viéndonos desde un prisma favorable: hacer una lista de nuestras cualidades más positivas, establecernos objetivos y crear proyectos o recordar nuestros logros son algunas de las cosas que podemos hacer para ello. Además, cuidar nuestro cuerpo, hacer deporte, vestirnos con ropa que nos favorezca…
Preocupaciones, estrés y ansiedad: para sentir deseo sexual hay que estar relajados y cómodos. Si estamos preocupados por el trabajo, pensando en los hijos, intranquilos porque tenemos que poner la lavadora, agobiados por el dinero… no podremos desconectar de todo para sentir nuestra piel, las sensaciones y las emociones placenteras.
Problemas de pareja: si no estamos a gusto con nuestra pareja, si discutimos, si desconfiamos de ella, si no podemos relajarnos, si no podemos ser nosotras/os mismas con ella… el deseo sexual se puede inhibir
Como solucionar la falta de deseo sexual
La falta de deseo sexual se soluciona trabajando sobre algunos o todos los puntos anteriores. Si tienes dificultades para hacerlo, quieres acelerar el proceso o necesitas del apoyo de un profesional para hacerlo no dudes en contactarme y nos pondremos manos a la obra. La falta de deseo es algo con lo que trabajo a diario en la consulta y se obtienen muy buenos resultados resolviéndolo. ¡Anímate! No lo dejes y toma las riendas de tu sexualidad.
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