Terraza del Mercado de San Antón
El Mercado de San Antón celebra este año su 70 aniversario: lo que inicialmente fue un mercado tradicional de alimentos que durante años abasteció al barrio fue convertido, en los años 70, en un espacio de ocio y restauración de lo más modernillo: cañas, vinos, comida gourmet, cafés y exposiciones le han mantenido entre lo más cool de Madrid desde entonces.
Si pasas por el barrio de Chueca no pierdas la ocasión de visitarlo; se encuentra en la calle Augusto Figeroa 24 y en esta época podrás disfrutar de su fantástica terraza: sofás, sombrillas, cocktails y comida de autor te esperan en su bar y restaurante, día y noche. Los precios son más caros que en la calle -una cerveza cuesta 3.50 euros-, pero oye, la terraza lo merece. El ambiente: gente a partir de los 30, pijos, hipsters y demás guapas y guapos de la ciudad.
Cine de Verano La Bombilla
Uno de los grandes placeres del verano es acudir a alguno de los cines al aire libre que se despliegan por toda la ciudad entre Junio y Septiembre. Mi favorito es, sin duda, el situado en el Parque de la Bombilla, frente al río Manzanares y tras la Ermita de San Antonio de la Florida. Dos pantallas, dos sesiones simultáneas y consecutivas: en total, 4 películas cada noche del fin de semana. Películas de estreno y de no tan estreno componen una amplia cartelera tanto para niños como para adultos.
La entrada cuesta 6 euros (hay descuentos con el carnet joven y para mayores de 65 años) y te da derecho a ver dos películas en sesión continua, lo que a mí me parece uno de los grandes placeres de esta vida. Las puedes comprar por internet o directamente en la taquilla; las taquillas abren a las 21.00 y las pelis empiezan a las 22.00 horas, así que vete prontito porque se forman unas buenas colas y puedes quedarte sin entradas por llegar tarde.
Te recomiendo que te lleves algo de abrigo pues, incluso en verano, las temperaturas bajan bastante por la noche al estar situado en un parque y junto al río.
Película Inside Out – Del Revés
Esta película está arrasando en taquilla este verano. Todas las críticas la ponen fenomenal… y yo no voy a ser menos: es fenomenal. Sinceramente, no sé cómo no se les había ocurrido a los de Pixar hacer algo así antes. La película enseña, a niños y no tan niños, a comprender el complicado mundo de las emociones y a manejarlas adecuadamente.
Para la explicación usan metáforas que se entienden muy bien y, aunque no son del todo exactas, nos sirven bastante bien para entendernos mejor, sentirnos mejor y actuar mejor. Recomendadísima.