Con bastante frecuencia escucho, tanto en la consulta como en los talleres, a hombres y mujeres que dicen eso de no me gusta cómo me masturba mi pareja. Sienten deseo y excitación con sus parejas, se lo pasan bien en la cama y tienen una buena relación fuera del dormitorio… pero no se lo hacen como les gustaría. Cuando las manos entran en juego los movimientos, presiones y ritmos no se ajustan a sus expectativas y no les resultan placenteros.
Qué sucede cuando no me gusta cómo me masturba mi pareja
Cuando no nos gusta cómo nos acaricia los genitales nuestra pareja los encuentros sexuales pueden dificultarse y verse limitados. Las manos pueden jugar un gran papel a la hora de dar placer, excitarnos e incluso llegar al orgasmo. Si no nos funciona, reducimos bastante el campo de acción en el que nos movemos.
Además, a muchas personas les provoca mucha frustración cuando intentan que su pareja les acaricie de una manera determinada… y no obtienen el resultado que esperaban. Pueden llegar a sentirse ansiosas, tristes o incluso enfurecidas. A veces, el sentimiento es tal que la situación sexual se vuelve negativa y optan por acabar el encuentro sexual.
Qué puedo hacer para que mi pareja me masturbe mejor
Vamos a comentar algunas claves que podemos llevar a cabo para conseguir que nuestra pareja nos masturbe como nosotros deseamos.
- Hablad fuera de la cama. Si no habéis sido capaces de solucionar esto en la cama, lo mejor es que habléis de ello en otro contexto. Mientras desayunáis, coméis o dais un paseo agradable puede ser un buen momento para hablar de ello. Estaréis más relajados y receptivos, cuidaréis mejor las palabras y no tendréis la presión del momento
- Hablad en positivo. Si tienes que decirle a tu pareja que algo no te gusta en la cama lo mejor es que le des mensajes en positivo. En vez de remarcarle lo que no te gusta, incide en lo que sí. Es mejor decir me encanta aquella vez que me acariciaste tan despacito que eres muy brusco cuando me masturbas.
- Utiliza mensajes de futuro, por ejemplo, la próxima vez me gustaría que probásemos a que me tocases con más fuerza. De este modo, centramos la atención en lo importante, en las próximas veces que lo hagamos, y no en las que lo hemos hecho mal en el pasado
- Anatomía. Es importante asegurarnos de que nuestra pareja conoce la anatomía de nuestros genitales. Puede parecer muy obvio, pero a veces es necesario recordar dónde está el clítoris o la entrada de la vagina, qué es el glande del pene o el frenillo. Si tú mismo/a conoces tu cuerpo ¡explícaselo! Sino, curiosead juntos imágenes por internet que os aclaren un poco el tema
- Cuando estéis en la cama indícale cómo te gustaría que te tocase, utilizando mensajes en positivo, breves y concisos. Puedes incluso coger su mano y moverla sobre tus genitales para indicarle lo que te apetece en cada momento
Qué puedo hacer yo para disfrutar más cuando mi pareja me masturba
No finjas. Si no te gusta cómo te toca tu pareja, ¡no finjas lo contrario! De este modo sólo contribuyes a prolongar la situación y a impedir que se solucione. Si ya has fingido y quieres dejar de hacerlo, entra en este enlace y sigue las claves que te indico
- No pretendas que tu pareja te lo haga igual que te lo haces tú. Si sabes masturbarte es probable que intentes que tu pareja te lo haga exactamente igual que tú. Eso no funciona nunca, pues tu pareja no está en tu cabeza. Además, por mucho que se lo expliques no podrá nunca reproducir los mismos movimientos del mismo modo que lo haces tú. De hecho ¡no hace falta que sea igual!, puede ser muy placentero igualmente y que sea distinto
- No busques sentir lo mismo que sientes tú a solas. Uno de los errores que cometemos cuando nuestra pareja nos masturba es el intentar sentir y experimentar lo mismo que hacemos a solas. ¡Eso es imposible de conseguir! Cada día, cada momento y con cada persona va a ser distinto, incluso aunque uses la misma técnica. El hecho de que no sientas lo mismo que a solas no significa que sea malo o peor… sino distinto. Y puede ser igualmente muy excitante y llevarte al orgasmo
- Céntrate en las sensaciones placenteras. Aunque no sientas ni experimentes lo que esperabas, olvida tus expectativas y céntrate en las sensaciones placenteras que vas teniendo. Ellas son las que excitarán y podrán provocarte un orgasmo. Da igual la forma o el modo en el que aparezcan, lo importante es que sean placenteras
- Desinhíbete. Es frecuente que cuando tenemos a una persona al lado nos cueste más soltarnos, desinhibirnos y dejarnos llevar que cuando estamos a solas. El juicio de nuestra pareja, el qué pensará, el cómo nos ve o el miedo a perder el control delante de alguien puede hacer que no disfrutemos del todo de un encuentro sexual. Habla con tu pareja de esta dificultad, cuéntaselo y seguro que te tranquiliza. Poco a poco, prueba a dejarte llevar y a centrarte en el placer. En la consulta puedo enseñarte a hacer esto con unas claves muy sencillas
- Conoce tu cuerpo. Es posible que seas de las personas que dicen eso de no me gusta cómo me masturba mi pareja. Y tú ¿sabes masturbarte? Si sabes lo que te gusta, sabes hacértelo y llegas al orgasmo mediante la masturbación, será más fácil que puedas transmitirle eso a tu pareja. Prueba, juega y ¡descubre tus genitales!
No está de más que acudáis a alguno de los talleres que organizamos sobre masturbación femenina y masculina. En ella os enseñamos técnicas y actitudes para que dar placer con las manos sea más fácil, divertido y excitante.