Por qué todos necesitamos cariño

Por qué todos necesitamos cariño

Por qué todos necesitamos cariñoPor qué todos necesitamos cariño

Besos, caricias, abrazos, palabras bonitas, gestos amables, miradas de complicidad… Todos necesitamos estas muestras de amor. Dependiendo de cómo nos hayan educado en ese aspecto y de qué muestras de cariño hayamos recibido en la infancia, así necesitaremos unas u otras, y en mayor o menor cantidad y/o frecuencia. Pero todos las necesitamos, de una forma u otra. Vamos a comentar por qué todos necesitamos cariño.

Los seres humanos somos seres sociales y, por tanto, tenemos unas necesidades sexuales y afectivas que cubrir. Estas necesidades a veces no parecen tan importantes como otras. Por ejemplo, necesidades básicas como comer, dormir, beber, abrigarse, resguardarse del calor… parecen más importantes pues, si no se resuelven en unos pocos días, podemos morirnos directamente. Pero con las necesidades sexo-afectivas no pasa eso. Si no tienes muestras de afecto no te mueres; podrás estar más triste, más irritable, menos alegre… pero no te mueres a corto ni a medio plazo. Eso es así. Pero no significa que no sea importante satisfacer esta necesidad, que no mejore nuestra calidad de vida ni nuestra satisfacción general.

Beneficios de las muestras de cariño

Las muestras de cariño, de afecto, de amor, de amistad, de complicidad… tienen múltiples y directos beneficios en nuestra calidad de vida. Vamos a comentar algunos de ellos.

  • Por qué todos necesitamos cariñoSentirnos queridos, amados, valorados… aumenta nuestra autoestima, la seguridad en nosotros mismos, la confianza… Nos veremos más capaces, nos enfrentaremos a la vida con más seguridad, con más habilidades, con más ímpetu…
  • Las muestras de cariño generan endorfinas, las cuales aumentan nuestra satisfacción general y nos sentimos más felices
  • Aumenta la frecuencia y la intensidad de momentos positivos en nuestra vida diaria, haciéndola más agradable, permitiéndonos desconectar del trabajo y de otras obligaciones
  • Besos, caricias, abrazos y demás muestras físicas de cariño, además de generar endorfinas, disminuyen la presión arterial y, por tanto, mejoran nuestra salud
  • Las muestras físicas de cariño también nos relajan, pues disminuyen la frecuencia cardiaca, reduciendo el estrés y la ansiedad
  • Cuando comemos con gente querida comemos mejor que si lo hacemos a solas: seguimos unos horarios, preparamos un menú, elegimos con más cuidado los ingredientes…
  • Vamos más al médico: si tenemos a alguien que se preocupa por nosotros y por quien nos preocupamos aumenta la probabilidad de que acudamos al médico, nos hagamos revisiones, consultemos temas de salud… De esta forma se reducen las enfermedades y las dolencias físicas
  • Cuidamos más nuestra forma física y nuestra salud en general: igual que antes, si tenemos a alguien que se preocupe por nosotros y por el que preocuparnos haremos más ejercicio, cuidaremos nuestro aspecto físico, nuestra salud…
  • Todas estas cosas hacen que aumente nuestra calidad de vida e, incluso, nuestra esperanza de vida. Las personas que viven en pareja o que tienen un apoyo social y emocional fuerte viven más años y en mejores condiciones

Dónde encontramos estas muestras de cariño

  • Por qué todos necesitamos cariñoAmigos: las relaciones de amistad pueden proporcionarnos grandes muestras de cariño, ratos de ocio y diversión, compañía, apoyo, comprensión… Además, sentimos que pertenecemos a un grupo que nos cuida, nos protege y nos quiere
  • Familia: igualmente, la familia puede ser una gran fuente de satisfacciones en este aspecto, pues nos cuidan, se preocupan por nosotros, nos ofrecen apoyo…
  • Pareja: la pareja sentimental es, en nuestra sociedad, la fuente de apoyo y cariño más valorada y deseada. Nos puede ofrecer todos los tipos de cariño: muestras de afecto, amistad, apoyo, amor, sexo, compañía…
  • Entorno social y conocidos: las personas que no son tan cercanas a nosotros o con las que no tenemos tanta intimidad para considerarlas amigos o familia son también muy importantes en nuestro bienestar. Los vecinos, los tenderos del barrio, profesores del curso al que estemos apuntados, compañeros de actividades físicas… forman parte de nuestra vida diaria y pueden suponer una gran fuente de satisfacciones

Que no nos engañen

Hoy en día es muy frecuente oír que tenemos que ser independientes, no necesitar nada de nadie, cubrir solos nuestras necesidades, no ser dependientes de nada… Pero lo cierto es que los seres humanos no podemos vivir aislados de los demás y que los beneficios del afecto y las relaciones sociales, sentimentales y sexuales son fundamentales para el bienestar.

Es importante que cada uno procure, en la medida de lo posible, ser autónomo, independiente, resolutivo, asumir y resolver sus propias necesidades básicas… pero la familia, los amigos y la pareja también tienen una función muy importante que cumplir en ese sentido. Por tanto, es lógico esperar que nos apoyen, nos cuiden, nos mimen, nos protejan, nos coloquen en una posición destacada en su lista de prioridades… Por supuesto, esto es algo bidireccional, es decir, nosotros también tenemos una función que desempeñar respecto a nuestros amigos, familiares y parejas.

Por todo ello, es importante asumir y reconocernos como seres sociales, sexuales y afectivos, con unas necesidades que cubrir en ese aspecto que nos harán la vida más feliz, bonita, saludable y satisfactoria. Es nuestra responsabilidad procurar rodearnos de personas que nos satisfagan en ese sentido y mantenerlas en nuestra vida mostrando nuestra reciprocidad en ese aspecto.

Ana Lombardía.

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