por Ana Lombardía | Sep 12, 2016 | Blog, Pareja
Expresar amor en pareja, dar muestras de cariño y hacerle saber a la persona que quieres que la quieres es fundamental. Muchas veces caemos en el error de “ya sabe que le quiero”, “no es necesario que se lo diga” o “no pasa nada porque no se lo demuestre todos los días”; lo cierto es que es fundamental que, para que la pareja siga viva y en forma, tengamos unos hábitos saludables a la hora de expresar nuestro amor.
Expresar amor en pareja es todo un arte y cada persona lo hace de una manera distinta. La forma en la que hemos aprendido de niños a dar y recibir amor condiciona en buena parte la manera en la que lo haremos en la edad adulta. De tal modo, tenderemos a dar y buscaremos recibir formas similares de cariño a las que estamos acostumbrados de la infancia.
Por ello, es frecuente encontrarnos parejas que chocan en los modos y frecuencia de expresar afecto. A veces, uno de los dos no es muy expresivo, mientras que el otro espera recibir constantes muestras de cariño. Otras veces, el modo en el que se expresa ese cariño no es en el que esperamos recibirlo. En ambos casos, se produce frustración, tanto en la persona que ofrece el cariño como en la que lo recibe. Es importante que la frecuencia en que se expresa el afecto sea satisfactoria para los dos y que el modo en que se expresa es afecto incluya en mayor o menor medida todos estos aspectos:
6 Maneras de expresar amor en pareja:
En palabras: expresar con palabras lo que sientes es muy enriquecedor para la pareja. Se expresa de manera explícita lo que se siente, con claridad y sin rodeos. Por ejemplo, decir te quiero, te echo de menos, me gustas mucho, eres fantástico/a, estás muy guapo/a…
- Con el cuerpo: besos, caricias, abrazos, cosquillas, ir de la mano por la calle, sexualidad genital… son maneras de expresar físicamente nuestro amor por la pareja. Son muy placenteros, afianzan el vínculo de la relación, generan endorfinas, relajan…
- Inclusión en la vida cotidiana: introducir a nuestra pareja en nuestra vida -y dejar que nos introduzca en la suya- fomenta que compartamos intimidad, relaciones, espacios y proyectos. Por ejemplo, conocer a amigos y familiares, tener un espacio en la casa del otro (o una casa en común), preparar viajes juntos, comentar lo que nos ha pasado en el día, pedir y dar apoyo y opinión sobre el trabajo o situaciones complicadas, planear juntos la agenda del fin de semana…
- Conductas facilitadoras: podemos hacer muchas cosas en el día a día para hacer que la vida de nuestra pareja sea más fácil y bonita: hacer un recado por él/ella, preparar la cena, asumir más tareas del hogar cuando está más ocupado/a con el trabajo, dejar un regalito para compensar un día duro, ofrecernos a hacer una tarea que habitualmente es del otro/a…
- Atender llamadas de atención: cuando nuestra pareja muestra interés por algo y nos informa de ello para compartirlo con nosotros es muy importante mostrarse receptivo/a esa llamada de atención. Por ejemplo, mira qué flor más bonita, ¿te gusta cómo he ordenado el salón?, lee este informe que acabo de escribir…Hay un estudio precioso en el que se mide el grado de satisfacción de los miembros de la pareja en función del número de llamadas de atención atendidas y no atendidas por el ser querido (a más llamadas de atención respondidas, mayor satisfacción con la relación de pareja)
- Cuidar el tiempo que se pasa separados: ya sea por viajes de trabajo, vacaciones separados o un largo día sin verse, es importante cuidar y mantener el vínculo en la distancia. Llamadas, mensajes e emails para mantener el contacto, cuidar los saludos y las despedidas, traer recuerdos o souvenirs de los viajes, preparar la comida favorita de tu pareja y dejársela en la nevera antes de irte, dejar una nota cariñosa escondida en su maleta…
Dar cariño es un hábito positivo y enriquecedor que se aprende con la práctica, produciendo satisfacción tanto en la persona que lo ofrece como en la que lo recibe. Cuando hay discrepancias en la frecuencia y en la forma en la que expresa el cariño es importante negociar y llegar a acuerdos que satisfagan a ambas partes. Es posible que la persona que tiene a mostrar cariño menos veces o que no acostumbra a hacerlo de una manera determinada se sienta forzado y poco natural al principio, pero esa sensación se desvanecerá al crearse el hábito.
Es importante que, sin dejar de ser quien somos, fomentemos y desarrollemos las distintas formas de expresar amor. También es importante recordar que el hecho de que nuestra pareja no nos muestre afecto de la manera que deseamos o con la frecuencia que esperamos no significa que no nos quiera. También es importante pedir el afecto que deseamos y elegir con libertad si lo que nos ofrecen nos vale o no. En la consulta trabajamos con todo esto.
Ana Lombardía.
por Ana Lombardía | Nov 30, 2015 | Blog, Pareja, Sexualidad, Sexualidad en pareja, Sexualidad femenina, Sexualidad masculina
Por qué todos necesitamos cariño
Besos, caricias, abrazos, palabras bonitas, gestos amables, miradas de complicidad… Todos necesitamos estas muestras de amor. Dependiendo de cómo nos hayan educado en ese aspecto y de qué muestras de cariño hayamos recibido en la infancia, así necesitaremos unas u otras, y en mayor o menor cantidad y/o frecuencia. Pero todos las necesitamos, de una forma u otra. Vamos a comentar por qué todos necesitamos cariño.
Los seres humanos somos seres sociales y, por tanto, tenemos unas necesidades sexuales y afectivas que cubrir. Estas necesidades a veces no parecen tan importantes como otras. Por ejemplo, necesidades básicas como comer, dormir, beber, abrigarse, resguardarse del calor… parecen más importantes pues, si no se resuelven en unos pocos días, podemos morirnos directamente. Pero con las necesidades sexo-afectivas no pasa eso. Si no tienes muestras de afecto no te mueres; podrás estar más triste, más irritable, menos alegre… pero no te mueres a corto ni a medio plazo. Eso es así. Pero no significa que no sea importante satisfacer esta necesidad, que no mejore nuestra calidad de vida ni nuestra satisfacción general.
Beneficios de las muestras de cariño
Las muestras de cariño, de afecto, de amor, de amistad, de complicidad… tienen múltiples y directos beneficios en nuestra calidad de vida. Vamos a comentar algunos de ellos.
Sentirnos queridos, amados, valorados… aumenta nuestra autoestima, la seguridad en nosotros mismos, la confianza… Nos veremos más capaces, nos enfrentaremos a la vida con más seguridad, con más habilidades, con más ímpetu…
- Las muestras de cariño generan endorfinas, las cuales aumentan nuestra satisfacción general y nos sentimos más felices
- Aumenta la frecuencia y la intensidad de momentos positivos en nuestra vida diaria, haciéndola más agradable, permitiéndonos desconectar del trabajo y de otras obligaciones
- Besos, caricias, abrazos y demás muestras físicas de cariño, además de generar endorfinas, disminuyen la presión arterial y, por tanto, mejoran nuestra salud
- Las muestras físicas de cariño también nos relajan, pues disminuyen la frecuencia cardiaca, reduciendo el estrés y la ansiedad
- Cuando comemos con gente querida comemos mejor que si lo hacemos a solas: seguimos unos horarios, preparamos un menú, elegimos con más cuidado los ingredientes…
- Vamos más al médico: si tenemos a alguien que se preocupa por nosotros y por quien nos preocupamos aumenta la probabilidad de que acudamos al médico, nos hagamos revisiones, consultemos temas de salud… De esta forma se reducen las enfermedades y las dolencias físicas
- Cuidamos más nuestra forma física y nuestra salud en general: igual que antes, si tenemos a alguien que se preocupe por nosotros y por el que preocuparnos haremos más ejercicio, cuidaremos nuestro aspecto físico, nuestra salud…
- Todas estas cosas hacen que aumente nuestra calidad de vida e, incluso, nuestra esperanza de vida. Las personas que viven en pareja o que tienen un apoyo social y emocional fuerte viven más años y en mejores condiciones
Dónde encontramos estas muestras de cariño
Amigos: las relaciones de amistad pueden proporcionarnos grandes muestras de cariño, ratos de ocio y diversión, compañía, apoyo, comprensión… Además, sentimos que pertenecemos a un grupo que nos cuida, nos protege y nos quiere
- Familia: igualmente, la familia puede ser una gran fuente de satisfacciones en este aspecto, pues nos cuidan, se preocupan por nosotros, nos ofrecen apoyo…
- Pareja: la pareja sentimental es, en nuestra sociedad, la fuente de apoyo y cariño más valorada y deseada. Nos puede ofrecer todos los tipos de cariño: muestras de afecto, amistad, apoyo, amor, sexo, compañía…
- Entorno social y conocidos: las personas que no son tan cercanas a nosotros o con las que no tenemos tanta intimidad para considerarlas amigos o familia son también muy importantes en nuestro bienestar. Los vecinos, los tenderos del barrio, profesores del curso al que estemos apuntados, compañeros de actividades físicas… forman parte de nuestra vida diaria y pueden suponer una gran fuente de satisfacciones
Que no nos engañen
Hoy en día es muy frecuente oír que tenemos que ser independientes, no necesitar nada de nadie, cubrir solos nuestras necesidades, no ser dependientes de nada… Pero lo cierto es que los seres humanos no podemos vivir aislados de los demás y que los beneficios del afecto y las relaciones sociales, sentimentales y sexuales son fundamentales para el bienestar.
Es importante que cada uno procure, en la medida de lo posible, ser autónomo, independiente, resolutivo, asumir y resolver sus propias necesidades básicas… pero la familia, los amigos y la pareja también tienen una función muy importante que cumplir en ese sentido. Por tanto, es lógico esperar que nos apoyen, nos cuiden, nos mimen, nos protejan, nos coloquen en una posición destacada en su lista de prioridades… Por supuesto, esto es algo bidireccional, es decir, nosotros también tenemos una función que desempeñar respecto a nuestros amigos, familiares y parejas.
Por todo ello, es importante asumir y reconocernos como seres sociales, sexuales y afectivos, con unas necesidades que cubrir en ese aspecto que nos harán la vida más feliz, bonita, saludable y satisfactoria. Es nuestra responsabilidad procurar rodearnos de personas que nos satisfagan en ese sentido y mantenerlas en nuestra vida mostrando nuestra reciprocidad en ese aspecto.
Ana Lombardía.