Siempre fui un poco “diferente”. Fui a ver a Ana en el mejor momento de mi vida. Ese momento en el que después de muchas vivencias y de un trabajo personal importante me sentía realmente bien. Ese momento en el que sinceramente te quieres a tí misma. Ese momento en el que has conseguido que los lazos familiares sean sanos y las relaciones personales con tus amigos sean sinceras. Y afortunada además por tener un trabajo que me apasiona. Y es entonces en este momento que aparece ÉL…..y de qué manera!
Y dicen que la vida te pone delante lo que necesitas para evolucionar. Pues es posible. Fui a Ana porque necesitaba de alguien profesional. Hay un momento en que no todos sentimos como debiéramos de hacerlo para los cánones normales de esta sociedad. “Si no estás hipersupermega contenta al conocer un chico, entonces, es porque no es el chico para tí…..”pues no lo sentía así y sin embargo no me sentía nada bien y por ello necesité de Ana. No somos iguales. No sentimos igual y nuestro recorrido y nuestras experiencias del pasado dejan mella en cada uno de nosotros.
Con Ana he puesto palabras a todo. Pero sobre todo a mis miedos.
Con esos tres circulitos creo que pude comprender casi mi vida entera y sinceramente es lo que más me ha ayudado de TODO. Esa parte de mí que me ha pesado y me pesa tantísimo y esa parte de mí que pide a gritos “SER”. Y cada vez que me siento mal no falla….
Esas pinceladas para entender mejor los modelos de pareja y posicionarme en lo que yo quiero y en lo que me da pánico sólo de imaginar.
Que diciendo un NO a tiempo, salvas tu vida y es posible que tu relación.
Y que hacer una lista de todas las ilusiones y sueños posibles puede llegar a ser fantástico para tu mente, tu alma y tu cuerpo ?
Hay días que he ido donde Ana buscando una respuesta y he sabido que ella no podía dármela. Ella no resuelve. Y a mí eso me ha quedado muy claro. Que se hace camino al andar….
Contenta de saber que puedo contar con ella para seguir evolucionando y deseando hacer todos sus talleres 🙂
Gracias Ana y gracias M.