por Ana Lombardía | Mar 28, 2016 | Blog, Sexualidad masculina
A veces se me baja durante el sexo. Últimamente muchos me estáis comentando una preocupación que os ronda la cabeza, una idea errónea sobre vuestra sexualidad que tenéis instaurada como si fuese una verdad universal. No sé de dónde os la habéis sacado, la verdad, pero no es cierta y os hace mucho daño. La idea es que, si se os baja durante un encuentro sexual, ya no se os va a levantar de nuevo y, por tanto, se tiene que acabar el encuentro.
Vamos a ver: si se te baja la erección ¡puedes volver a recuperarla! El hecho de que una erección se baje en un momento determinado no significa necesariamente que se vaya a quedar así para siempre ¡ni mucho menos!
A veces se me baja durante el sexo
La erección es un síntoma de que estás excitado, ni más ni menos. No es más que eso. Si te excitas, es muy probable que tengas una erección. Si pierdes la excitación, por el motivo que sea, la erección disminuirá. Durante un encuentro sexual pasamos por distintos momentos y no en todos tenemos por qué tener una excitación tremenda. No pasa nada, es normal. El sexo es un juego y, durante el mismo, pasamos por distintas etapas de distinta excitación. Hay que tener claro que, durante el sexo, la excitación no tiene por qué ir siempre en aumento (eso es un mito que hay que desterrar cuanto antes) y, por tanto, la erección puede fluctuar con la excitación.
La erección se puede perder por distintos motivos:
- Te distraes de lo que está ocurriendo en la cama
- Dedicas tu atención al placer de tu pareja y dejas de lado el tuyo
- Lo que sucede en la cama no te gusta o no te resulta placentero
- Te agobias con pensamientos negativos
- Sientes cansancio físico
En la base de todos estos motivos está la disminución de la excitación. Pero la excitación es algo que sí puede subir y bajar y, con ella, la erección. En un momento dado podemos estar más excitados, hacer algo que nos encanta, que nuestra pareja nos estimule de una manera estupenda… y en otros momentos podemos distraernos, hacer algo que le gusta a nuestra pareja pero a nosotros no tanto, agobiarnos con algún pensamiento negativo, cansarnos con una postura determinada… Esas cosas nos alejan del placer disminuyendo la excitación y, por tanto, la erección.
Y no pasa nada, con volver a centrarnos en lo que está sucediendo en la cama y hacer aquellas cosas que más excitantes nos resulten volverá la excitación y la erección. No es fundamental tener una erección tremenda durante todo el encuentro sexual, ni mucho menos. Además, el cuerpo está lleno de terminaciones nerviosas ¡el pene no es la única parte de tu cuerpo con la que puedes disfrutar! y alejar la atención un rato de tu pene te ayudará a volver a excitarte y recuperar la erección.
En ocasiones si los agobios, los pensamientos negativos y la ansiedad se descontrolan pueden hacer que la pérdida de la erección sea más persistente y difícil de recuperar. En ese caso, es buena idea que consultes con un profesional para que te de unas cuantas claves para solucionarlo.
Ana Lombardía.
por Sexo en la piel | Abr 7, 2014 | Blog, Sexualidad, Sexualidad en pareja, Sexualidad masculina
Desde que estoy con mi actual pareja, nos han pasado algunas cosas que antes nunca me habían ocurrido. Siempre que había estado con un hombre nunca había tenido ningún problema en ponerse cachondo y mantener la erección, pero en este caso, necesita mucha estimulación para tener una erección, llegando a bajarse incluso algunas veces cuando estamos en pleno acto. Intento entender que cada persona tiene un nivel de excitación diferente, y pensaba que podía entender este caso, pero me estoy dando cuenta que me afecta más de lo que pienso. Necesito saber si esto es normal, si hay más personas a las que le ocurre, y si existe alguna forma de solucionar en la medida de lo posible esta situación, o si simplemente es normal, y no hay nada que solucionar.
Efectivamente, cada persona es diferente y la forma en la que sienten deseo y se excitan varía de un hombre a otro: algunos necesitan más estimulación física y/o mental que otros, unas determinadas circunstancias ambientales o personales, un vínculo de pareja determinado… Voy a enumerarte algunas de las posibles causas por las que un hombre puede tener dificultades para conseguir y mantener una erección:
- Consumo de sustancias: el alcohol y las drogas pueden ser contraproducentes a la hora de mantener relaciones sexuales. Aunque, por un lado, desinhiben y facilitan el encuentro sexual, por otro lado dificultan la consecución y el mantenimiento de las erecciones -y también, del orgasmo.
- Medicamentos: algunos medicamentos pueden interferir en el mecanismo de erección del pene. Es importante leer bien el prospecto de las medicinas y consultar al médico para conocer los posibles efectos adversos que puedan tener en este terreno.
Preocupación, ansiedad, estrés y cansancio: llegar a la cama preocupados, ansiosos, estresados y/o cansados hace que no estemos receptivos a la estimulación sexual, que no disfrutemos, que no nos concentremos en las sensaciones y en lo que está ocurriendo en el momento. No sólo la mente está en otro sitio sino que, además, el cuerpo está tenso y, por tanto, la estimulacion que se le haga no va a ser muy efectiva a nivel sexual.
- Comprobación: si un hombre está muy pendiente del estado de su erección (de si está dura o no, de si está lo suficientemente dura, de si se “baja” un poco, etc.) lo que provoca al final es desviar su atención de las sensaciones placenteras y de su pareja y aumentar la ansiedad con la que vive el encuentro sexual. De esta forma, lo que consigue es precisamente lo contrario a lo que pretende: la erección se dificulta e, incluso, se pierde
- Falta de desinhibición: si durante el encuentro sexual el hombre se siente poco cómodo, tímido, vergonzoso, acomplejado, miedoso etc., no se relajará, no se dejará llevar por las sensaciones y, por tanto, sus erecciones no serán plenas
- Falta de deseo: la falta de deseo es otro motivo para las erecciones dificultosas, ya sea debida a la falta de atracción, a un momento vital de poco o menos deseo sexual del habitual, al cansancio, a las preocupaciones o a cualquier otra causa
- Necesidad de un vínculo afectivo: algunos hombres, para excitarse adecuadamente y tener una erección, necesitan tener un vínculo afectivo con su pareja más fuerte y estable que otros. Sin este vínculo afectivo pueden no conseguir relajarse y excitarse adecuadamente para tener una erección. Este vínculo afectivo puede estar formado por la confianza, el amor, la intimidad, el cariño, el compromiso, etc.
- Nueva pareja: a veces, cuando un hombre cambia de pareja sexual o sentimental puede tener dificultades para conseguir y/o mantener una erección. Esto puede deberse, por un lado, a los motivos que comentamos en el punto anterior de la necesidad de un vínculo afectivo. Otros hombres, a veces, experimentan un miedo a establecer un compromiso sentimental que les bloquea sexualmente hablando. Otros, por otro lado, pueden sentir que están traicionando a su anterior pareja al acostarse con otra y, por tanto, sentir una culpa o ansiedad que les dificulta la concentración y las erecciones.
- Necesidad de una estimulación diferente o mayor: no a todos nos gustan las mismas cosas ni de la misma forma. Algunas personas necesitan una estimulación física más fuerte o más suave, más intensa o más leve, más rápida o más lenta… Otros necesitan una estimulación mental más potente: usar fantasías, recrear situaciones eróticas, rodearse de un ambiente estimulante… Si la estimulación que está recibiendo una persona no es la adecuada a su gusto y necesidades puede no excitarse lo suficiente y, en el caso de los hombres, no conseguir una erección o perderla
Desconozco los motivos por los que a tu pareja le cuesta conseguir y mantener las erecciones. ¿Le has preguntado desde cuándo le ocurre esto o si tiene alguna idea de por qué le ocurre? En función de la causa la forma de solucionarlo será una u otra. En la consulta se tratan estas dificultades y los resultados son muy buenos.
Desde luego, no es el primero ni el último hombre al que le ocurren estas cosas. Es algo muy frecuente y para nada “anormal”. Algunos hombres no le dan la menor importancia a esta situación, pero otros prefieren cambiarla; eso depende de la relevancia que le de cada uno.
¡Espero haberte aclarado un poco tus dudas! Sin hablar con él no puedo conocer los motivos por los que esto le ocurre ni planificar una solución -en caso de ser necesaria. No sé dónde vivís; yo tengo consulta en Madrid por si queréis pasaros y me contáis en persona. Te dejo mi número de teléfono: +34 669.006.839 por si os animáis.
Un saludo!
Ana Lombardía.